TAGOMAGO, destellos desde el faro de nuestra cría.

La carrera estrella más importante de la presente temporada en Mijas era el Gran Premio Cría Nacional, prueba de nivel B que con el atractivo de sus 15.000 € al primero, convocaba a 11 aspirantes a disputarla que como bagaje de conjunto lucían entre todos nada menos que 60 victorias. (01/08/2012)

Allí estaban el favorito Mil Azul (que partió frío), Camuray, Corcubión, Rubens, todos con 9 o más triunfos en su historial, enfrentados a otros valores emergentes más jóvenes, con la loable intención de emular en méritos a los citados. Las condiciones, las clásicas a peso por edad; sin interferencia alguna de recargos y como escenario, los 1600 metros sobre la rápida arena de este hipódromo.

Pese a en apariencia no pretenderlo, pues su jinete parece retenerlo, desde el cajón 6 TAGOMAGO toma primero la punta; se apodera de la cuerda después y con acción decidida, pone un cuerpo sobre Rubens, distancia que entre ellos se reduce en la curva, recorrida tras ellos con un frente abierto de hasta 4 calles, ocupadas por los caballos que les siguen en su particular pugna por asegurarse una posición despejada que les evite obstáculos en la recta. La consecuencia es que el puntero obtiene con esas estrategias una mayor ventaja. Si sus rivales están calculando que el hijo de Dyhim Diamond y Solin, a consecuencia de no haber acometido habitualmente estos metrajes se irá desvaneciendo, el cálculo les resultará completamente errado pues al afrontar la recta, el conductor es el caballo más en mano del lote y el nivel de exigencia de su jockey tras 100 metros galopados en ella, es igualmente el más relajado. En estas circunstancias cuando llega el momento de la definición, ninguno de los rivales consigue reducirle diferencias y aunque el 4 años de la cuadra Ibiza es apremiado con la fusta, la acción de su galope, como cuando respondía al braceo, se mantiene constante hasta el poste, que alcanza aventajando de 1 cuerpo a Risby, el único que muy al final progresa por interior.

Carrerón pues del criado por la cuadra Atlántica, que realiza aquí su mejor carrera tras las 15 disputadas hasta la fecha y donde aunque en sus últimas actuaciones estaba corriendo sobre arena, siendo incluso recientemente ganador sobre la de La Zarzuela, no era tenido por un especialista en tal superficie, además, su única carrera en Mijas a principios de año, no representaba un aval; aunque en su descargo el recorrido trazado, en aquella prueba de amazonas y gentlemen, no ayudó a que lo fuera. El triunfo de este hijo de Solin, previamente ya victorioso en 3 ocasiones, puede calibrarse como de una muy especial nota, que acompañada de otras de variado timbre, envuelven melodiosamente un escenario donde a cada interpretación resurge la cría nacional. Esa cadenciosa y diaria muestra, nos la reafirmaba TAGOMAGO, con su impecable comportamiento ganador hoy de esta importante prueba de nivel B, desciente de una línea materna autóctona que en 5ª generación se remonta a Khasmir, una yegua de nacimiento (1959) Beamonte, que como línea materna viene actualmente a representar el máximo enraizamiento entre las hoy existentes en nuestro país, al acreditar el pasado más remoto en el tiempo de cuantas actualmente perviven criando en España. Khasmin fue hija de Karelica, una yegua por Relic ganadora en Francia que a 4 años fue cubierta por Sunny Boy y que para Ramón Beamonte, en su doble faceta de propietario y criador, produjo de una forma continuada corredores que se adjudicaron destacadas carreras de nuestro calendario y que luego fueron reproductores: Angkor (57), Vik (58), Akbar (60), Kairel II (63), Karel (65) y entre medias la no corredora Khasmin (59) por Sunny Boy, que pese a no nacer en España fue considerada nacional a todos los efectos, como lo fue su medio hermano anterior, el semental Vik. Y si exitosa fue la producción de su madre, no le fue a la zaga la de la propia Khasmin, con elementos como Enki, Kursaal y las hembras Gala II, Jazmín IV y otras que con no tan buenos resultados en pista, caso de Iki o Fugaz, dejaron pruebas de las bondades de esta línea. Precisamente la última citada que criada por la Yeguada Militar, pasó a correr y criar para la cuadra Mediterránea participando ya sus productos para cuadra Ibiza de la que era titular Javier Herreros de Tejada, padre del actual propietario de estos clásicos colores. Bruna, ganadora del Valderas, resulto ser la continuadora de esta rama de la línea produciendo a Pepes, ganador del Cimera, marcando una indudable inclinación hacia la milla, distancia en la que precisamente no por casualidad acaba de destaparse TAGOMAGO. De Bruna el testigo familiar pasará a Brima, que pese a correr una vez lo hace siendo 3ª del Martorell; de ella nace Solín que únicamente participa en 2 ocasiones pero que tras visitar en varias ocasiones al semental Limpid produciendo al consistente corredor Lim, ahora, al ser cruzada con Dyhim Diamond, da un apunte de su potencialidad. El legado de la línea bien merece su perpetuación cuando la vigencia de lo transmitido da muestras tales de presencia.

Video del Gran Premio Cría Caballar

Genealogía de TAGOMAGO.