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EL DIAMANTE DESAPARECE; SU BRILLANTEZ PERMANECERÁ.

 

(27/02/2012)

Es difícil imaginar una noticia peor para la cría nacional, que esta que desgraciadamente ahora debe darse. DYHIM DIAMOND moría el lunes pasado de un infarto fulminante cuando, cumplidos los 18 años, se tenía para él previsto que ese mismo día realizara una de las primeras cubriciones de su campaña que este 2012 iba a realizar en Dehesa de Milagro. Para quienes tenemos intereses en este sector es enormemente doloroso desarrollar esta noticia, porque implica la pérdida de una presencia que se había manifestado como inequívocamente benefactora para el nivel de los caballos que desde su primera producción en 2007 estaban naciendo en España y es presumible que lo sigan haciendo en el futuro. Su edad y salud no hacían predecible un desenlace que a todos los que aspiramos a la mejora paulatina de nuestra cría, de la que él era incuestionable abanderado, nos tiene forzosamente que producir tristeza.



Nos queda el consuelo de sus 100 hijos tenidos hasta la generación que recién cumplió hace 2 meses los 3 años. Hay que sumarle 45 nacimientos más que son los producidos en 2010 y 2011 que irán debutando paulatinamente, más los que vayan naciendo en este 2012. Cada éxito de los ya tenidos encontrará renuevo en las generaciones que están por debutar y en ellos encontraremos un consuelo con sus hijos, nos traerá la alegría de lo que quisiéramos que significara ampliar su leyenda, pero forzosamente, también añadirá el pesar de saber que los límites ya están marcados. Confiamos en que ahora sea su estirpe la que extienda su influencia futura en favor de nuestra cría.

Pero a él hoy, todos le hemos perdido y entre todos, muy especialmente, su propietario Carlos Vázquez. Quien confiando en que su potencial lo merecía para su proyecto, pagaba la primera señal de la para nuestros pagos era una costosa compra, justo en días anteriores (03-07-2005) a que Tourtle Bowl ganara el Jean Prat G1.Los posteriores con buenas dosis de suspense, se fueron haciendo interminables, temiendo por la suerte de un acuerdo que estando en firme, le faltaba la materialización del cierre y con ello la entrega física del preciado semoviente, que terminó felizmente concluyéndose.

Aquello ya es historia, como lo es también su incorporación a nuestra cría, que es para todos recuerdo y vivencia actualísima que en todos sus detalles puede refrescarnos su ficha del Catálogo de Sementales. Queda sin embargo una buena parte de historia por escribir a través de sus hijos corredores y después de sus nietos, que así que pasen unos años hablará con rotunda elocuencia sobre su verdadera influencia.